River venía de horas muy difíciles tras el papelón de Mendoza, donde quedó eliminado de la Copa Argentina con Temperley, rival de una categoría menor. Que se potenció por la forma: la falta de fútbol, de actitud y un gol iniciado en un lateral en tiempo de descuento.
Y el silencio de Martín Demichelis, que se fue del Malvinas Argentinas muy golpeado. Entonces, la tensión creció. Y se notó en La Paternal, donde el equipo de Núñez cayó 1-0 contra Argentinos Juniors y profundizó la crisis ya que jugó muy mal, no dio la cara y dejó una imagen paupérrima. Justo en el día de su cumpleaños 123. No hubo nada para celebrar.