La Universidad Nacional de Salta (UNSa) se sumará al paro nacional de 48 horas convocado por el Frente Sindical de Universidades Nacionales para los días 17 y 18 de marzo. Docentes y no docentes expresan su descontento por la pérdida salarial frente a la inflación y la situación crítica del presupuesto universitario.
El conflicto por la mejora de los salarios en las universidades nacionales sumará un nuevo capítulo con un paro nacional de 48 horas, convocado para el 17 y 18 de marzo por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, que agrupa a gremios docentes y no docentes. La Universidad Nacional de Salta (UNSa) se unirá a esta medida de fuerza, y según anunció Diego Maita, secretario General de ADIUNSa, las clases no comenzarán en los días previstos, como estaba planificado.
Maita explicó que la decisión de adherir al paro se viene construyendo desde hace tiempo y fue ratificada la semana pasada. «Hoy formalizamos la convocatoria a paro. Ya habíamos planteado la necesidad de esta medida la semana pasada», comentó el gremialista, dejando en claro el descontento que atraviesa el sector.
El principal reclamo es la crítica situación salarial que enfrentan los trabajadores de la educación. Desde diciembre de 2023, los docentes y no docentes sufren una pérdida salarial importante debido a la inflación, que dejó sus sueldos un 70% por debajo del aumento del costo de vida. «El deterioro de nuestro salario es bochornoso», expresó Maita, quien señaló que su propio salario, tras 23 años de antigüedad, debería ser de alrededor de $900.000 si se hubiese ajustado a la inflación. Sin embargo, percibe $600.000 por 20 horas de trabajo.
El sindicalista añadió que la expectativa real debería ser un salario que cubra el costo de la canasta básica, estimado en $1.200.000. «Si es la expectativa de lo que uno quiere, deberíamos estar ganando lo que vale la canasta básica», afirmó.
Además, Maita se mostró preocupado por la prórroga del presupuesto 2023, que, según él, ha generado un panorama desalentador para las universidades públicas. «El Gobierno Nacional tiene un objetivo político de vaciar las universidades públicas», sostuvo, haciendo hincapié en la afectación no solo a los salarios de los trabajadores, sino también a los estudiantes, con la reducción de becas y servicios. «La intención es achicar la universidad, hacerla más pequeña para que la gente no pueda acceder», concluyó.