El avance de las reparaciones en la Catedral Basílica de Salta se ve obstaculizado por la ausencia de financiamiento nacional. A pesar del apoyo provincial para ciertas obras, el arreglo de la fachada y el campanario dependen de recursos federales que aún no han sido asignados.
La Catedral Basílica de Salta, uno de los símbolos más importantes de la ciudad, continúa enfrentando graves problemas estructurales, lo que genera creciente preocupación entre los salteños. El templo presenta notables signos de deterioro, tanto en su interior como en su exterior, con episodios recientes de caída de mampostería, entre otros daños visibles.
A pesar de los esfuerzos realizados por el Arzobispado de Salta, las obras de restauración avanzan a un ritmo lento debido a la falta de financiamiento nacional. Mientras que algunas reparaciones han podido llevarse a cabo con fondos provinciales, el arreglo de la fachada y del campanario, dos de los trabajos más urgentes, no han podido iniciarse debido a la falta de recursos federales.
Diego Aguirre, vocero de la Catedral, explicó que las obras de restauración están progresando de manera parcial. El Gobierno Provincial ha proporcionado apoyo para reparar el techo de la nave central, pero la situación para el resto de los trabajos es más complicada. “Hemos solicitado los fondos para la restauración de la fachada y el campanario desde hace años, pero entendemos la situación económica y lo que implica el lema de que ‘no hay plata’”, señaló Aguirre en diálogo con un medio radial.
En cuanto al estado actual del templo, aunque no se registran riesgos inmediatos de colapso, el deterioro es cada vez más evidente. Un reciente escaneo realizado con drones, tanto en el interior como en el exterior del edificio, confirmó que no existe peligro de derrumbe. Sin embargo, el desgaste estructural es cada vez más notorio. “El paso del tiempo ha dejado huellas profundas en el edificio, y el deterioro es alarmante”, añadió Aguirre.
La falta de financiamiento nacional sigue siendo el principal obstáculo para completar las obras necesarias y garantizar la preservación de este importante patrimonio arquitectónico de la ciudad. Sin una solución a este problema, el futuro de la restauración de la Catedral de Salta permanece incierto.