En un operativo coordinado, el Gobierno de la Provincia lleva a cabo un traslado preventivo y voluntario de personas, mientras se refuerzan las medidas de asistencia con apoyo intersectorial en Santa Victoria Este.
Las intensas crecidas del río Pilcomayo mantienen en alerta a las comunidades de la región, donde continúa el traslado preventivo y voluntario de los pobladores que podrían verse afectados por las inundaciones. El operativo, que cuenta con un campamento base en El Rosado, se organiza desde allí para brindar asistencia a las poblaciones en riesgo con maquinaria especializada, vehículos de traslado, atención sanitaria, suministro de agua potable, alimentos, colchones y frazadas.
En la jornada de hoy, se reestableció el servicio de agua potable para La Puntana e Hito 1, gracias a la intervención del Ente Regulador de Servicios Públicos y el Ejército Argentino, que operaron generadores para activar las bombas de agua. Los equipos de trabajo, compuestos por personal del Ejército, Gendarmería, y organismos provinciales, realizan un seguimiento continuo para atender las necesidades de las comunidades afectadas.
El Comité de Emergencia Climática, encabezado por el ministro Mario Mimessi, coordina las acciones desde el campamento intersectorial, ubicado estratégicamente a 35 kilómetros de Santa Victoria Este. Además de los esfuerzos en infraestructura, el trabajo sanitario se ha intensificado, con médicos, nutricionistas y enfermeros desplazados por todo el territorio para garantizar la atención a los afectados. También se distribuyen alimentos, agua envasada y elementos de primera necesidad, mientras se refuerzan las medidas preventivas ante la posibilidad de un aumento en los niveles del río, que aún no superan los 7 metros en Misión La Paz, pero podrían alcanzar niveles peligrosos.
En las últimas horas, un equipo del Ministerio de Salud Pública ha reforzado la atención sanitaria en la región con la incorporación de más médicos y medicamentos, mientras que se continúan realizando operativos de reubicación voluntaria de familias, con la colaboración activa de los intendentes y autoridades locales.
La situación sigue siendo crítica, y se mantienen en alerta los equipos de trabajo para hacer frente a las consecuencias de una posible crecida mayor del río Pilcomayo.