Lo más triste del sábado 4 no fue el gol de John Kennedy que liquidó el partido. Miles de hinchas argentinos no pudieran entrar a la cancha, fueron reprimidos por la policía y se tuvieron que volver a casa con una amargura extra a cuestas, cómo fue el caso de Mauro Oriolo, un pintor de casas y viajó a Brasil con entrada y que quiere recuperar los gastos y que no se vuelva a repetir algo así.
«El viaje fue una locura, el 80 por ciento del avión con hinchas de Boca cantando. Y para mí era la emoción de disfrutar algo que era el fruto de mi trabajo, y de tantas horas extras a la semana, poder ahorrar ese manguito y darme ese gusto, era para toda la vida» contó.
«Mi idea es intimar a Conmebol por daños morales y económicos por lo que me pasó, quiero recuperar todos los gastos que tuve. Fui a ver un partido, compré la entrada, me reprimieron, me verduguearon, y lo mismo le hicieron a gente grande, mujeres, chiquitos. No puede quedar así esto», explicó.
