Según Hernán Herrera, delegado de la Federación de Remises en Salta, la falta de aviso previo sobre la medida impidió que muchos conductores cargaran gas a tiempo, lo que agravó la situación.
El suministro de GNC se cortó en la capital y alrededores, mientras que en otras localidades como Metán, la venta continuó. El uso de nafta no es viable por su alto costo, aumentando las dificultades económicas de los trabajadores.