La desaparición de Jéssica Elizabeth sigue rodeada de incertidumbre. A pesar de las investigaciones, aún no está claro si su esposo, E.E.M., ha sido debidamente investigado como es habitual en casos de desaparición o posible femicidio. El reciente hallazgo de su cuerpo en El Nogalar, tras un supuesto suicidio, solo ha profundizado las dudas. Las autoridades no han confirmado públicamente si la muerte del hombre corresponde científicamente a un suicidio o si esconde otros matices que podrían vincularse con la desaparición de Jéssica.
El comisario general Daniel Carrasco, subdirector general de Seguridad de Salta, señaló que «por el momento, no existen evidencias que vinculen el hallazgo con la desaparición», lo que genera más preguntas que respuestas. Fue un baquiano que participaba de los rastrillajes el que alertó a la Policía sobre el supuesto suicidio, un giro inesperado en la frenética búsqueda de la joven madre. Sin embargo, muchos se preguntan si este desenlace es más que una coincidencia.
Lo que está claro es que Jéssica no había dado señales de querer marcharse ni abandonar a sus hijos, y su desaparición fue repentina. Además, las cámaras de seguridad de La Caldera registraron su regreso a casa tras terminar su jornada laboral, mientras que su celular se apagó alrededor de la 1 de la madrugada en un lugar aún indeterminado. La gran incógnita sigue en pie: ¿Dónde está Jéssica?
