El ministro de Salud, Federico Mangione, destacó que la emergencia sanitaria en Santa Victoria Este está bajo control, pero alertó sobre los posibles brotes de enfermedades tras la crecida histórica del Pilcomayo.
Las inundaciones en Santa Victoria Este, producto de la histórica crecida del río Pilcomayo, obligaron al Ministerio de Salud de Salta a redoblar esfuerzos en la asistencia sanitaria a la población afectada. El ministro de Salud, Federico Mangione, aseguró que la situación sanitaria en la región está controlada por el momento, pero advirtió que las consecuencias del temporal podrían generar complicaciones mayores en los próximos días.
“El cuadro más complejo no es ahora, sino después”, expresó Mangione, quien explicó que la contaminación del agua puede provocar deshidratación grave, brotes de dengue y hepatitis A. Para mitigar los riesgos, el Ministerio de Salud montó un hospital de campaña en La Curvita Nueva, equipado con seis camas, personal médico y ambulancias. Además, el operativo contempla la colaboración con hospitales cercanos de Aguaray y Tartagal.
Mangione también resaltó la evacuación de personas en riesgo, destacando que se trasladaron a hospitales seguros a cuatro mujeres embarazadas para evitar complicaciones durante el parto. Asimismo, se identificaron pacientes con enfermedades crónicas que no estaban bajo control y se les proporcionó tratamiento.
El ministro recalcó que el verdadero desafío será el periodo posterior a la inundación. “Ahora estamos atendiendo la urgencia, pero el problema vendrá después. Debemos prepararnos para lo que viene y garantizar la asistencia médica a todas las comunidades afectadas”, concluyó Mangione.