Por la cuarta fecha de la fase de grupos de la Copa Sudamericana, el equipo comandado estratégicamente por Diego Martínez consiguió un agónico triunfo por 2 a 1 ante el a priori débil Sportivo Trinidense.
Trinidense pegó primero y con un gol sacado de la galera se puso en ventaja, pero la expulsión de Andrada, autor del gol, por doble amarilla le dio aire al xeneize y marcó el empate de la mano de Figal, a cuatro del final Cavani de tiro libre marcó el segundo, un golazo del uruguayo que había tenido un pobre partido hasta ese momento.
Con este resultado y por la derrota de Fortaleza en Bolivia, Boca queda segundo en la clasificación y depende de si mismo para pasar de ronda.
El final del partido fue caótico y entre los reclamos de los locales por la floja actuación del arbitro del partido, se fue expulsado el técnico del local que le reclamó airadamente por, según su percepción, benefció al cuadro argentino.