Jade Isabela Calláu Barriga fue trasladada a Santa Cruz de la Sierra por la Policía Federal; la medida fue ordenada por Migraciones en el marco de la causa iniciada en enero

Con una remera roja y un pantalón marrón, Jade Isabela Calláu Barriga avanzó escoltada por agentes federales hacia el sector internacional del aeropuerto de Ezeiza. Serían los últimos metros que recorrería en suelo argentino.
La joven boliviana de 22 años, que en su país fue coronada como reina de belleza, quedó ayer formalmente expulsada de la Argentina por orden de la Dirección Nacional de Migraciones (DNM), en un operativo que incluyó un dispositivo de seguridad reforzado para evitar cualquier intento de fuga o rescate de la “miss” que “cayó del cielo” en enero pasado en Entre Ríos.
El despliegue comenzó en la dependencia federal donde permanecía alojada desde su detención. Un equipo del Departamento Federal de Investigaciones (DFI) de la Policía Federal Argentina (PFA) la trasladó en un vehículo blindado hasta el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, en el partido bonaerense de Ezeiza. Durante el recorrido se dispuso una custodia con móviles adicionales y personal armado, que acompañó la caravana por autopistas y accesos.
Al llegar a Ezeiza, la mujer fue conducida por un corredor de seguridad hasta la zona de embarque internacional, donde se cerró el acceso al público durante varios minutos para garantizar la operación.